
Toda empresa, institución u ONG necesita proyectarse a su público. Desarrollar una identidad corporativa que le dé a su target (público meta) suficientes razones para preferir los productos o servicios que ella le ofrece, así como plantear su visión, las metas de lo que pretende lograr.
Hay que desarrollar también una Imagen Corporativa que la distinga de sus competidores. Este aspecto debe desarrollarse en un primer momento desde dentro de la empresa, para luego expandirlo a los públicos externos. Al conjunto de mensajes que cada empresa proyecta para lograr esto se le llama Comunicación Corporativa.
Este tipo de comunicación es imprescindible para que una empresa pueda lograr reconocimiento en un mundo globalizado como el actual. En El Salvador, por ejemplo, aún cuando el mercado es muy reducido la oferta de servicios como el de telefonía móvil es muy amplia, cinco multinacionales que ofrecen el mismo servicio.
Lo que me llama la atención de este rubro es cómo estas empresas pueden plantear su Imagen Corporativa si su misión les demanda llegar a públicos tan distintos. Es decir, cómo logran que su marca genere empatía tanto con un público de menor poder adquisitivo como con el de mayor poder adquisitivo.
Una estrategia de mercadeo que han desarrollado estas empresas en los últimos años es la de ofrecer la misma promoción de su competencia o incluso mejorarla. Si Tigo ofrece X celular a $10, Digicel vende X celular a $10 y regala una hielera con radio FM incorporado. Pero, ¿qué tan efectiva –y ética- puede resultar trabajar con esa Imagen Corporativa a largo plazo?
Detrás de esas ofertas está la preocupación de las multinacionales por hacer su cartera de clientes la más grande. Lo peligroso de estas estrategias es que se procura atraparlo pero no mantenerlo ya que, en la mayoría de casos los servicios están viciados por trampas, con cobros o condiciones no aclarados en la venta.
Lo que no toma en cuenta este tipo de Imagen Corporativa es satisfacer las necesidades de sus clientes en el largo plazo. Si no, ¿cuántos salvadoreños hemos cambiado de empresa celular en más de una ocasión por insatisfacción del servicio? Casi todos o quizá todos.
Por esto es importante que Identidad e Imagen Corporativa concuerden. Y que la segunda de estas no sea sacrificada por la visión de la primera –en ocasiones demasiado ambiciosa-.
Hay que desarrollar también una Imagen Corporativa que la distinga de sus competidores. Este aspecto debe desarrollarse en un primer momento desde dentro de la empresa, para luego expandirlo a los públicos externos. Al conjunto de mensajes que cada empresa proyecta para lograr esto se le llama Comunicación Corporativa.
Este tipo de comunicación es imprescindible para que una empresa pueda lograr reconocimiento en un mundo globalizado como el actual. En El Salvador, por ejemplo, aún cuando el mercado es muy reducido la oferta de servicios como el de telefonía móvil es muy amplia, cinco multinacionales que ofrecen el mismo servicio.
Lo que me llama la atención de este rubro es cómo estas empresas pueden plantear su Imagen Corporativa si su misión les demanda llegar a públicos tan distintos. Es decir, cómo logran que su marca genere empatía tanto con un público de menor poder adquisitivo como con el de mayor poder adquisitivo.
Una estrategia de mercadeo que han desarrollado estas empresas en los últimos años es la de ofrecer la misma promoción de su competencia o incluso mejorarla. Si Tigo ofrece X celular a $10, Digicel vende X celular a $10 y regala una hielera con radio FM incorporado. Pero, ¿qué tan efectiva –y ética- puede resultar trabajar con esa Imagen Corporativa a largo plazo?
Detrás de esas ofertas está la preocupación de las multinacionales por hacer su cartera de clientes la más grande. Lo peligroso de estas estrategias es que se procura atraparlo pero no mantenerlo ya que, en la mayoría de casos los servicios están viciados por trampas, con cobros o condiciones no aclarados en la venta.Lo que no toma en cuenta este tipo de Imagen Corporativa es satisfacer las necesidades de sus clientes en el largo plazo. Si no, ¿cuántos salvadoreños hemos cambiado de empresa celular en más de una ocasión por insatisfacción del servicio? Casi todos o quizá todos.
Por esto es importante que Identidad e Imagen Corporativa concuerden. Y que la segunda de estas no sea sacrificada por la visión de la primera –en ocasiones demasiado ambiciosa-.

1 comentario:
Exclente planteamiento de este trabajo. La comunicación corporativa tiene un auge hoy en día, porque la competencia es mucho más grande.
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